Puerto Cisnes

          30 de Septiembre. Me despierto a las 4:30 con bastante frío, me entero después que tienen por costumbre, no sé porque, apagar la calefacción. 

           Llegamos a Puerto Cisnes a las 5 de la mañana, la AT estaba bien amarrada. 

          Recién va a amanecer a las 7:30. Está nevando, al salir me avisan que tenga cuidado que puede haber escarcha, dejo pasar adelante a los autos y a los camiones y salgo a la ruta detrás de estos últimos, a unos 14 km en una subida los camiones paran, empiezan a patinar, está helada, paro y al querer arrancar la rueda trasera tiende a patinar, decido no arriesgar y vuelvo para el pueblo, hace mucho frío, sigue nevando, está todo cerrado y las calles desiertas, empiezo a recorrer a ver si encuentro algún lugar para quedarme, paso por el hospital y veo la guardia iluminada, paro, está abierta, no encuentro a nadie pero la calefacción está prendida así que decido quedarme, pongo los guantes y las botas a secar y me acuesto en las sillas.

             A las 7:30 sale un médico que se sorprende al verme, le explico por qué estoy ahí, mira la moto y me dice que no hay problema que puedo quedarme, a las 8 hs llega un señor mayor toca el timbre de la guardia, sale una chica a atender, me mira y me dice si necesito atención le digo que ya me solucionaron la hipotermia, se ríe y me dice que se alegra. Al salir el señor me dice que me invita a su casa, que vive con su señora y que ¿ qué me voy a quedar haciendo ? en el hospital, decido aceptar.

           Llegamos a la casa y recibo una muestra de hospitalidad fabulosa. El señor, Cristóbal me presenta a su señora, Margarita, me explica que es invidente, que hace 18 años tuvo un tumor cerebral, la operaron y perdió la vista, cocina y se maneja en la casa en forma increíble. Ni bien entramos Cristóbal prepara unos mates y al rato Margarita prepara un desayuno para los tres.

              Nos quedamos charlando un buen rato, lo que está nevando no se puede creer, me dicen que en el pueblo nunca nevó de esa forma y menos en esta época.

           Cerca del medio día Cristóbal mira por la ventana y ve que los techos de nylon de unos invernaderos que tiene se cargaron con mucha nieve y se pueden romper así que salimos y lo ayudo a sacar la nieve acumulada.

              Margarita nos prepara el almuerzo, muy rico, cerdo con papas, porotos, arvejas y cebollas a la cacerola.

            Después del almuerzo me ofrezco para lavar los platos y las cacerolas (espero que Sara no lea esta parte, Jajaja !!!), al terminar voy para los Carabineros a ver como está la ruta, me dicen que está abierta solo para vehículos 4x4 que con la moto no puedo pasar, regreso a la casa, cuando pregunto por un alojamiento me invitan a quedarme a dormir.

             Miramos el partido de Colo-Colo contra U. Católica. Por la tardecita llega un amigo que viene a arreglarles una bordeadora, le doy una mano para desarmar el carburador. 

                 Por la noche Margarita nos calienta la cena, lavo los platos y me acuesto temprano.

            Como en gran parte de Chile la pieza no tiene calefacción, la costumbre es usar un montón de frazadas, en mi caso 8, sí, ocho, funciona excelente uno duerme muy bien, lo único que no dan ganas de salir de la cama.

                Finalmente el día se despide con una granizada de unos 10 minutos.