8 de Agosto, hoy fuí al Centro Histórico de la ciudad, al cuál llaman Zócalo debido a que iban a realizar una construcción y solo llegaron a hacer el zócalo. Me explicaron como llegar utilizándo el transporte público, para no tener que estacionar la moto en el centro.
La idea era tomar ahí, que esta la terminal, el micro abierto de dos pisos que hace varios recorridos por toda la ciudad con varias paradas y uno se puede ir bajando visitar el lugar y tomarse el próximo que pase. Depende el recorrido pasan por las paradas cada 20 o 60 minutos. Realicé los recorridos rojo y azul.
Ya que dentro del recorrido me quedaba de pasada el Zoológico entré a ver si veía a los Panda Gigantes y sí los ví, pero durmiendo.
Aproveché a almorzar en el patio de comidas de un Centro Comercial.
En el recorrido rojo pasamos por los puntos más importantes de la ciudad.
A la tardecita, me cambié al recorrido azul para ir a la Basílica de Guadalupe, este lugar además de interesante era un pedido especial de Sara ya que ella es devota de la Virgen de Guadalupe, por lo tanto es la Virgen de Nuestra Parroquia en La Plata, es el lugar donde hemos bautizado a todos nuestros hijos y también los padres decidieron hacerlo con nuestro nieto.
Sara es la guía espiritual de nuestra familia ya que es la que se ha encargado de la formación religiosa de nuestros hijos y nos recuerda ir a misa por lo menos en los acontecimientos relevantes. Como este tema es importante para ella, también pasa a ser importante para todos nosotros.
La historia se remonta al año de 1531. En el cerro de Tepeyac, hoy norte de la capital mexicana, la Virgen se le apareció al indígena Juan Diego Cuauhtlatoatzin, quien había sido bautizado al cristianismo por los franciscanos. El 9 de diciembre de ese año, él escuchó su nombre en el cantar de los pájaros. Se dirigió al sitio donde provenía la voz y allí se dio la primera aparición. La Virgen le expresó que deseaba la construcción de un templo en ese preciso lugar. Obediente, Juan Diego fue a comunicarle al obispo Juan de Zumárraga, quien como autoridad católica no le creyó nada al indígena. Por lo que la Virgen se apareció nuevamente y volvió a pedirle a Juan Diego que visitara al obispo. Pero las palabras de la Virgen no fueron suficientes para vencer la incredulidad y la terquedad. Por eso, tuvo que realizar tres milagros. Primero curó al tío de Juan Diego, quien dicho sea de paso, fue canonizado por Juan Pablo II y hoy se le conoce como san Juan Diego. Segundo, hizo brotar unas flores hermosas en pleno invierno y en una zona sin flores de ese tipo. Las flores fueron recogidas por san Juan Diego en su ayate, instrumento para la recolección de cosechas, y cuando se las enseñó al obispo, la imagen de la Virgen de Guadalupe estaba impresa allí haciendo el tercer milagro el 12 de diciembre de 1531, fecha que cada año celebran los fieles.
Esta es la Iglesia original:
Y esta es una nueva construida al lado de la primera, muy pero muy grande, ya que es la segunda Basílica más visitada del mundo después de la de San Pedro en el Vaticano.
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